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El Cisne
La gracia
Cisne…
El poder de la mujer
Que entra en el espacio sagrado;
Que toca el futuro,
Que trae la gracia eterna.
El pequeño cisne voló por el tiempo del sueño, buscando el
futuro. Se detuvo un momento a descansar en la frescura del estanque, buscando
una manera de encontrar la entrada al futuro. Este fue un momento de confusión
para el, puesto que sabía que había ido a parar dentro del tiempo del sueño por
accidente. Era el primer vuelo que efectuaba solo, y estaba un poco preocupado
por lo que iba a encontrar en el tiempo del sueño.
Al mirar hacia arriba, por de las montañas sagradas, divisor
el mayor agujero negro que había visto nunca, girando entre molino. La libélula
pasó volando cerca de Él, y el cisne la detuvo para preguntarle sobre el
agujero negro. La libélula le respondió:
-
Cisne, esta es la entrada a los otros planos de
la imaginación. Yo he sido la guardiana de la ilusión durante muchas lunas. Si
quieres entrar ahí, deberías pedir permiso y ganarte el derecho.
El Cisne no estaba tan seguro de querer entrar en el agujero
negro. Le pregunto a la libélula que tenía que hacer para ganarse el derecho.
Está respondió:
-
Tienes que estar dispuesto a aceptar cualquier
cosa que te depara el futuro tal como se presente, sin intentar cambiar el plan
del Gran Espíritu.
El Cisne miró su cuerpo, que parecía el de un patito feo, y
contesto:
-
Estaré feliz de acatar el plan del Gran
Espíritu. No lucharé contra las corrientes del agujero negro. Me rendiré al
flujo de la espiral y confiaré en lo que
se me muestre.
La libélula quedó muy satisfecha con la respuesta del Cisne
y empezó a hacer girar la magia para romper la ilusión del estanque. De pronto,
El Cisne fue engullido por el remolino que se creó en el centro del estanque.
El Cisne reapareció muchos días después, pero ahora era muy
hermoso, blanco y con un largo cuello. La libélula se quedó sorprendida:
-
Cisne,¿ qué te ha pasado?
El Cisne sonrío y dijo:
-
Libélula, aprendí a rendir mi cuerpo al poder
del Gran Espíritu y se me llevó al futuro. Hay muchas maravillas en lo alto de
las montañas sagradas, ya causa de mi fe y mi aceptación ha sido transformado.
He aprendido a aceptar el estado de gracia.
La libélula se alegro mucho por el cisne. El Cisne de con
toda la libélula muchas de las maravillas que había más allá de la ilusión. Por
medio de subsanación y de su aceptación del estado de gracia, se había ganado
el derecho de entrar en el tiempo del sueño.
Así es como aprendemos a rendirnos a la gracia del ritmo del
universo y a deslizarnos desde nuestro cuerpo físico dentro del Tiempo del
Sueño. La medicina del cisne nos enseña a ser uno con todos los planos de la
conciencia y a confiar en la protección del Gran Espíritu.
Si sacaste la carta del cisne, Este marca el comienzo para
ti de un periodo de Estado alterados de conciencia y de desarrollo de tus
capacidades intuitivas. Las personas conectadas con la medicina del cisne tiene
la capacidad de ver el futuro, de rendirse al poder del Gran Espíritu y de
aceptar la sanación y la transformación de sus vidas.
La carta del cisne te está indicando que aceptes la
capacidad que tienes de conocer lo que está por venir. Si te estás resistiendo
a tu auto transformación, relájate; más fácil si vas a favor de la corriente.
Deja de negar que sabes quién está llamando cuando suena el teléfono. Presta
atención a tus corazonadas ya la
sabiduría de tus entrañas y honra a tu lado femenino intuitivo.
Josan El Alquimista
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